La composición musical es el arte que tiene como objetivo la creación de obras musicales.
La inspiración y la espiritualidad del arte musical se han desarrollado desde sus orígenes con la limitación de una serie de normas y variables, que en su conjunto constituyen la multiforme y global disciplina de la composición musical. Las técnicas compositivas, que a lo largo de la historia han experimentado variaciones de toda índole, representan, pues, la base estructural de la creación musical.
El término composición musical agrupa todas las facetas del arte de crear y reproducir sobre partitura cualquier tipo de obra musical. En su ámbito se encuadran los compositores, de quienes se presupone un completo conocimiento de todas las disciplinas que conforman el mundo de la música, así como un desarrollado grado de sensibilidad e inspiración musicales.
Elementos compositivos
Dentro de la composición musical destaca por su importancia la adecuada elección de la escala de sonidos que se desea utilizar. Tal determinación condiciona la sucesión de sonidos susceptibles de medida que intervienen en la creación musical.
El acto creativo de una pieza musical consiste en la reunión lógica y ordenada de una serie de sonidos y tonos que combinados producen lo que los oídos perciben como sonido musical. Así, los sonidos ideados por el autor, unidos sucesivamente, conforman una melodía que, al variar alguno de los elementos que la integran, da lugar a una modificación estructural.
Música Popular, Música Jazz, Música para Cine, Música Académica.
Composición en la música popular
En la música popular, una composición es completamente diferente con respecto a la música académica, teniendo en cuenta al público que se dirige, y de los métodos utilizados en el proceso de la composición. De hecho, la composición de la música pop no debe estar sujeta a normas estrictas como la música académica, y también puede ser hecha por músicos autodidactas, que encajan en la categoría de cantautores.
La música popular es considerada generalmente como la expresión auténtica de una forma de vida. Es la música que ha aguantado y pasado por la tradición oral, la música tradicional es participatoria no teniendo que ser gran músico para componer música popular. Es la música del pueblo.
Composición para la música de Cine.
En la música para las películas, hay una variedad de géneros bastante amplia. El género musical del cine va íntimamente unida a la filmación, dependiendo de la escena, el género cinematográfico o el temperamento que desarrollan los personajes. En la música de cine encontramos música académica y semiacadémica, pop, rock, folk, etc.
Composición para la música Jazz.
En lo que concierne al jazz, y por lo general, a la música basada en la improvisación (o al menos en lo que a la improvisación se refiere), se le cataloga como una composición musical instantánea o composición musical a tiempo real.
Composición de la música Académica.
En la música académica, requiere el estudio de muchas disciplinas, tales como la armonía, el contrapunto, la orquestación, y el conocimiento de formas musicales.
La composición en la música académica está sujeta a normas estrictas, y su estudio involucra varios años de trabajo en los conservatorios. Normalmente es imposible escribir una buena pieza de música académica sin haber obtenido un diploma en composición y armonía, y sin experiencia suficiente; mas no siempre es así, ya que puede haber excepciones.
La música Académica Contemporanea.
No hay que descartar la parte de la creación de la música académica contemporánea, periodo de la música académica que se considera desde el año 1900 a nuestros días (siglo XXI). Dicho periodo se caracteriza principalmente por un profundo cuestionamiento de la estética musical lograda hasta entonces. Nace la atonalidad, que es el abandono de las reglas tradicionales de armonía y contrapunto; y el dodecafonismo, sistema desarrollado por Arnold Schoemberg, que ordena los 12 sonidos comprendidos en el ámbito de una octava en una serie, sin que ninguno de ellos se repita y reordenando la serie según las formas canónicas (retrograda, inversión, inversión retrograda) generando así todo el material sonoro que la obra necesita; de este último método deviene el serialismo, desarrollado principalmente por Alban Berg (discípulo de Schoemberg) que es una suerte de racionalización del material sonoro usando el mismo principio del dodecafonismo, pero incluyendo el ritmo, la intensidad y el timbre. Los compositores además buscan inspiración en músicas consideradas populares o exóticas: Igor Stravinsky compone La Consagración de la Primavera (1913) basándose en melodías de la Rusia primitiva, y Béla Bartók usó temas tradicionales de su natal Hungría en muchas de sus composiciones. También se cuestionan los valores mismos de la música y de la naturaleza misma del sonido: John Cage, compositor americano, compone 4′33″ para cualquier instrumento (1952), pieza constituida íntegramente con silencios, donde el interprete cierra el piano, por ejemplo, y "toca" estos silencios durante 4 minutos y 33 segundos. De estos cuestionamientos nace también (en contraposición con el serialismo) la música aleatoria, impulsada por el mismo John Cage, al realizar composiciones usando dados, monedas u otros objetos para generar aleatoriamente el material sonoro de la obra. También nace la música estocástica , desarrollada por el compositor griego Iannis Xenakis, quien ordena el material generado aleatoriamente haciendo uso de las leyes del cálculo probabilístico y de la estadística. Además tenemos la música electrónica, desarrollada desde la segunda mitad del siglo xx por Karlheinz Stockhausen quien fue uno de los primeros compositores en usar estas tecnologías entonces emergentes (Stockhausen además hizo música serial y aleatoria). Recientemente tenemos a la música minimalista, la cual reduce los elementos composicionales a su mínima expresión, y los hace variar de forma progresiva, haciendo uso de la repetición. Representantes de esta corriente son Steve Reich, Phillip Glass, Arvo Part, Terry Riley, entre otros.
Finalmente, las formas y métodos de composición de música clásica contemporánea son tan variadas como las búsquedas personales de sus compositores. Entre otros compositores clásicos contemporáneos tenemos: Thomas Adès, Harrison Birtwistle, Alexander Goehr, Carlos Chávez, Magnus Lindberg, Silvestre Revueltas, Gunther Schuller y Judith Weir.
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